¿Entrenar después de los 40? No es tarde, es el momento perfecto
Vivimos en una cultura que idolatra la juventud, pero ¿y si te dijera que tu cuerpo a los 40 puede ser más fuerte, ágil y resistente que nunca? A partir de esta etapa, el entrenamiento deja de ser una opción estética para convertirse en una necesidad funcional. Y entrenar bien no es cuestión de edad, sino de enfoque.
Iván de Ascó Trujillo, entrenador personal en Barcelona, ha acompañado a decenas de personas mayores de 40 en su camino hacia una nueva vitalidad. Porque a esta edad, lo que se busca ya no es impresionar, sino rendir, vivir sin dolores, moverse con energía y sentirse cómodo en el propio cuerpo.
Los retos del cuerpo a partir de los 40 (y cómo superarlos)
Es cierto: después de los 40, el metabolismo se ralentiza, la masa muscular empieza a disminuir y aumentan los riesgos articulares. Pero también es cierto que un plan de entrenamiento bien diseñado puede revertir todos estos procesos. ¿La clave? Adaptación, constancia y progresión inteligente.
El entrenamiento personalizado permite ajustar la intensidad, seleccionar ejercicios seguros y trabajar aspectos clave como la movilidad, la fuerza funcional y el control postural. Así, entrenar deja de ser un riesgo y se convierte en una herramienta de longevidad.
¿Y la motivación? Más sólida que nunca
A esta edad, sabes lo que quieres. Ya no se trata de modas ni presiones externas, sino de salud, autonomía y calidad de vida. Esa claridad mental es una ventaja que Iván utiliza como combustible motivacional. Sus programas están pensados para mantenerte activo sin agotarte, motivado sin agobiarte.
A través de claves prácticas de motivación, acompañamiento cercano y resultados visibles desde las primeras semanas, tu compromiso se fortalece. Porque cuando entrenas desde el propósito y no desde la exigencia, todo cambia. Tu cuerpo responde con gratitud y tu mente con claridad.
Entrenamiento funcional: tu mejor aliado a esta edad
El entrenamiento funcional es ideal después de los 40 porque trabaja la fuerza, el equilibrio, la coordinación y la movilidad. Es dinámico, adaptable y completamente escalable. Iván lo utiliza para mejorar patrones de movimiento y prevenir lesiones comunes como la lumbalgia o la tendinitis.
Este tipo de ejercicio no busca imponerse, sino acompañarte. Entrenar funcionalmente significa volver a conectar con tu cuerpo, reeducarlo y fortalecerlo desde sus bases. ¿Te imaginas tener más energía a los 45 que a los 30? Es posible, y empieza con una decisión.
Casos reales: cambiar después de los 40 es posible
Marta, 47 años, llegó con dolores articulares y un historial de lesiones. Tras tres meses con Iván, no solo mejoró su fuerza, sino también su confianza. David, 52, pensaba que ya era tarde para empezar. Hoy hace dominadas y entrena tres veces por semana. La diferencia la marca el acompañamiento.
Estos no son casos excepcionales, son personas reales con historias inspiradoras. Cuando entrenas con un plan adaptado, con un profesional que escucha y ajusta, el cuerpo responde. Porque nunca es tarde para cuidarte. Lo importante no es cuándo empieces, sino cómo.
Nutrición, descanso y entrenamiento: el triángulo perfecto
A partir de los 40, el cuerpo exige más cuidado, y no solo desde el entrenamiento. Iván incluye en su acompañamiento el enfoque integral: alimentación inteligente, descanso reparador y ejercicio consciente. Nutrición y entrenamiento deben caminar de la mano.
Comer bien no significa restringir, sino nutrir. Dormir bien no significa solo descansar, sino regenerar. Y entrenar bien no significa agotarte, sino fortalecerte. Este enfoque es el que realmente garantiza una vida activa, saludable y plena a largo plazo.
¿Estás preparado para reescribir tu historia a partir de los 40?
No importa si hace años que no entrenas, si crees que estás oxidado o si nunca pisaste un gimnasio. Lo importante es tu decisión. Iván está preparado para acompañarte, escucharte y guiarte paso a paso. Porque tu salud no tiene fecha de caducidad.
Contratar a un entrenador personal en Barcelona que comprenda tus necesidades es el mejor regalo que puedes hacerle a tu cuerpo y tu mente. A los 40 no termina nada. Puede empezar todo.